El Grial, los Iluminati y el Gobierno Mundial.

A más tardar desde la publicación de la serie de libros de Dan Brown, “El código Da Vinci” (2003) y “Ángeles y Demonios” (2000), ha llegado ante la vista pública un discurso que se antoja increíble pero puede ser bastante cierto: Se trata, en pocas palabras, de la existencia de un grupo de personas que tienen en sus manos el devenir de la humanidad, lo controlan y tienen como objetivo final hacerse del dominio absoluto de la humanidad a través de un gobierno mundial.
Debo señalar que tengo mis reservas para aceptar como totalmente válida esta conspiración por más fascinante que resulte su discurso y la cantidad de elementos sustentadores que han aportado sus diferentes investigadores para validarla.

Los partidarios e investigadores sobre esta vertiente no han entrado en las corrientes académicamente aceptadas pero están causando enorme revuelo entre la población mundial, sobre todo en Estados Unidos y el Reino Unido, que serían inicialmente, los países más afectados. Evidentemente el resto del mundo estaría igualmente afectado.

Allí está el detalle que Carlos Salinas, una vez vilipendiado y desprestigiado en nuestro país fijó su lugar de residencia en Dublin, Irlanda por unos años. Para algunos de los investigadores, esa ciudad en la isla verde, ha sido la sede el gobierno secreto desde que los Iluminati fueron prohibidos y perseguidos en su sede original Bavaria. Incluso he visto especulaciones que afirman que el ex presidente mexicano asumió el nada desdeñable cargo de secretario del gobierno secreto.

Se dice que otro de los grupos sospechosos que están trabajando en esta dirección es el grupo Bilderberger (http://en.wikipedia.org/wiki/Bilderberger), llamado así por un hotel de lujo en Oosterbeek, Arnheim, Países Bajos, donde se reunió por primera vez en 1954 a iniciativa de varios personajes neerlandeses, entre ellos el Príncipe Bernardo y el director de Unilever. Oficialmente las conferencias del grupo se realizan anualmente en algún hotel de lujo, cada cuarta en los EEUU y las restantes en Europa. Los participantes reciben una invitación exclusiva y “secreta”. Se especula que a cada versión han asistido alrededor de 150 personas. Muchas de ellas conforman un grupo fijo. Se trata de los representantes de los grandes capitales financieros e industriales, la realeza europea (los únicos jefes de estado que han sido invitados) y los dueños de los grandes consorcios mediáticos.

Hablemos brevemente de los diferentes elementos y discursos que convergen en esta teoría de la conspiración (y la sustentan):

El Grial

El discurso del “Santo Grial” se sustenta en el supuesto de que Jesús, el fundador del cristianismo, realmente estuvo casado con María de Magdala y tuvo varios hijos (la mayoría de los investigadores señalan 3, dos varones y una mujer). Ese matrimonio, dicen, incluso es relatado en el Nuevo Testamento en la anécdota de la “Boda de Canaan”, solo que la Biblia omite el pequeño detalle de decirnos quienes fueron la pareja que se casó en ese evento citado actualmente en todas las ceremonias de matrimonio de la Iglesia como sustento litúrgico del sacramento del matrimonio.

Algunos incluso se van más lejos en el tiempo afirmando que los patriarcas bíblicos Abraham y Moisés, fueron en realidad descendientes directos o incluso faraones egipcios que decidieron fundar una corriente étnico-religiosa separada de la egipcia. Para muchos de ellos Moisés en realidad es el destituido faraón Akhenaton, famoso por haber intentado instituir la primera religión monoteísta que consta en los anales de la historia. Después de su fracaso y derrocamiento, el adepto de Atón (dios del Sol), se alía y hace líder de la etnía hebrea y los lleva a la “Tierra Prometida” para que perpetúen su culto monoteísta. (La palabra Amen que se recita al final de las oraciones hebreas y cristianas es una variante de Atón, Amón, Amén, ya que en el hebreo las vocales son sustituibles al no estar incluidas en el alfabeto).

Históricamente los primeros en apropiarse del mito griálico (del francés “Sang Real” = Sangre Real) y afirmarse como descendientes directos de Jesús, probablemente fue la dinastía francesa de los Merovingios. Dada la mezcolanza imperante entre las casas reales europeas, prácticamente todos los miembros de la nobleza se pueden decir descendientes directos y miembros de ese linaje “divino”. Por el otro lado, diversos investigadores han demostrado que por lo menos 17 presidentes de los Estados Unidos (entre ellos los Bush, los Clinton e incluso Barack Obama por el lado materno) son descendientes de esa nobleza. La culminación (y quizá demostración final de que los partidarios de la teoría tienen razón) del proceso sería la entronización del Príncipe Guillermo en el trono británico durante el mítico año del 2012, mismo en el que la ciudad de Londres será temporalmente la “capital del mundo” cuando en ella se efectúen las Olimpiadas. En este sentido resulta fascinante la investigación de Rik Clay, quien, casualmente causal para los partidarios de la conspiración, se suicidó pocos meses después de haber dado a conocer el resultado de sus investigaciones.

La creación extraterrestre pleyadiano-siriana de la especie humana

La antigüedad de la variante griálica, para algunos, se remonta aún más atrás en el tiempo que los egipcios. De acuerdo a varios investigadores (Stitchin, Icke, Melchizedek, y otros), los seres humanos no somos producto de una evolución natural darwiniana, sino de una manipulación genética operada por unos seres extraterrestres que son idénticos a los Nefilim que se mencionan en la Biblia y sobre cuya presencia en la tierra se han encontrado datos arqueológicamente demostrables (tablillas mesopotámicas, la importancia de las estrellas en la religión egipcia, una cueva con petroglifos custodiados por la tribu africana de los Dogón, los relatos mitológicos mayas e incas que dicen que los Itzaes y Viracochas fueron seres que llegaron al mundo procedentes del cielo, etc.). Dicha creación genética tuvo como objetivo crear una raza de esclavos para trabajar en minas de oro en una zona hoy hundida frente a la costa atlántica africana. Los Nefilim, unos seres bastante nefastos, tiránicos y comodinos, pronto usaron a algunos de esos esclavos para su atención personal y tuvieron descendencia con ellos (hay un pasaje bíblico al respecto) creando un segundo linaje humano que tiene rasgos reptilianos pero que pueden disfrazar con un aspecto tal que se confunden con los miembros de la primera raza esclava. Desde que los Nefilim abandonaron el planeta o son confinados castigados a él sin poder salir jamás, esos reptilianos (en la mitología mexicana existen como hombres iguana) o los mismos nefilim, han estado controlando ocultamente a la humanidad con el objetivo de evolucionar tecnológicamente a un punto tal en el que puedan escapar de la Tierra para regresar a sus lugares de origen (para los reptiles “la tierra de sus padres”, sic el paraíso celeste).

Los detalles que, de acuerdo a sus partidarios, sustentan esta teoría es que a lo largo de toda la historia sistemáticamente ha sido reprimida y ocultada toda la información referente sobre la presencia de numerosos grupos extraterrestres (la CIA y la NASA ocultan toda la información OVNI) que están observando y controlando policiacamente las actividades de los Nefilim y sus descendientes.

El misterioso caso de las tres capitales

Todos hemos escuchado alguna vez (o incluso nos han recomendado) de alguna artimaña mágica que se puede hacer con el billete de un dólar de los EEUU. Aquellos que le hemos dado seguimiento al asunto, tarde o tempranos nos topamos con el simbolismo masónico con el que fueron diseñados los elementos que figuran en ese billete.

El siguiente paso es detectar la influencia de los Masones sobre los procesos que llevaron a la independencia de los Estados Unidos, la redacción de su Declaración de Independencia y su Constitución culminando en el diseño totalmente simbólico de Washington, la capital del futuro imperio.

Pero, de acuerdo a algunos investigadores, Washington no es la única ciudad especial del mundo ni es la única capital del imperio global. También los son las ciudades de Londres y la ciudad del Vaticano. Las tres conforman una especie de trinidad de poderes con responsabilidades específicas dentro del todo de un futuro (o presente) gobierno mundial.

Evaluar este discurso, amén de su fascinación que ejerce sobre muchos, no es tan difícil.
Se justifica básicamente en tres elementos.

El primero es el hecho innegable de la concentración de la riqueza y el poder mundial en las manos de unos cuantos. Se calcula que aproximadamente el 95% de la riqueza mundial pertenece a menos del 1% de la población (y aunque estas cifras varían de un autor a otro, la concentración de cualquier forma es asombrosa y molesta). Al existir esa disparidad, el paso a la especulación sobre que tanto poder de decisión, que tanta influencia manipuladora, que tanto control sobre los procesos de producción y distribución, que tanto poder político real tienen estos pocos concentradores es un paso casi obvio y natural.

Un segundo elemento surge, evidentemente, en la cantidad de secrecía, de información velada y los controles de acceso a la información que existen actualmente en todo el mundo, desde las más elementales filtraciones de “que es noticia y que no” operadas en todas las salas de redacción de los medios de comunicación del mundo e influenciadas enormemente por algunos periódicos en especial como el New York Times, el Times de Londres, el Washington Post, el País español, etc., y ni hablar de las cadenas televisivas que basan su cobertura noticiosa internacional casi totalmente en los filtros determinados inicialmente por CNN. Las grandes agencias, Reuters, AP y otras contribuyen lo suyo. Siempre se habla de una libertad de prensa, pero cabe la pregunta que tanto esa libertad de prensa es usada, como dice Noam Chomsky, para “fabricar un consenso”. (Noam Chomsky, The Manifacturing of Consent, http://video.google.com/videoplay?docid=-5631882395226827730&ei=aU7rSdwojqb5AZ7x6fYD&q=Manufacturing+of+Consent&hl=en
Parte 1. Subs español: http://video.google.com/videoplay?docid=-4253390660425568933&ei=aU7rSdwojqb5AZ7x6fYD&q=Manufacturing+of+Consent&hl=en
Parte 2. Subs español: http://video.google.com/videoplay?docid=-1686351011149989736&ei=G0_rSbDbN5TO-gGP2aHRBA&q=Manufacturing+Consent+(pt.2)+Noam+Chomsky+(spanish+subtitles)+subtitulos+espa%C3%B1ol&hl=en

Sin esos niveles de secrecía los mercados financieros del mundo se vendrían abajo. Por eso mismo los bancos centrales del mundo, encabezados por la Reserva Federal de los EEUU, raramente hacen públicos sus procesos de toma de decisiones, la “venta” de información privilegiada está prohibida en los mercados bursátiles (y a pesar de ello muchos se han hecho multimillonarios en esos mercados justamente por usar esa información privilegiada), todos los bancos del mundo se manejan en base al secreto bancario, etc. Incluso el saber cuánto dinero tiene exactamente ese 1% privilegiado es imposible de saber ya que todos ellos mantienen en buena medida la secrecía en torno a sus fortunas.

El tercer y último elemento es el de los esquemas de legitimación que usan aquellos que han logrado acumular la riqueza y el poder en sus manos. En este sentido el discurso griálico fue uno de los grandes legitimadores, implícitos o explícitos, de muchas casas reales europeas. La descendencia divina de las castas regentes ha sido usada por una gran cantidad de culturas a lo largo de la historia. En muchas de las monarquías actuales (Japón, Tailandia, Bhután, el Dalai Lama, etc.) se siguen usando hasta la fecha.

Si bien es indudable que estas personas y grupos controlan y detentan una gran cantidad de poder en el mundo, la gran pregunta es qué tan coordinadamente lo están haciendo, si es factible que estén unificados bajo un consenso iniciático o incluso actúen bajo la influencia de un discurso cuasi religioso común. Si consideramos que una de las características psicosociales básicas del ejercicio de poder es la individualización de éste, el creerse especiales y por encima de los demás, no resulta demasiado factible que todas esas personas renuncien a sus cotos de poder personales en aras a un “bien mayor” que se deriva del discurso del “gobierno secreto”. Para que eso suceda, realmente tendrían que ser no humanos, con lo que se justifica su ser “reptiliano”.

Por el otro lado tendríamos que considerar las dificultades que tendría un grupo de esta naturaleza para “vender” su proyecto ya no a un país aislado, sino a la humanidad completa. Superar las diferencias ideológicas, las especificidades culturales no lo ha logrado ningún poder en la historia humana. La Iglesia, que es el ejemplo más tajante que viene a la mente en este sentido, no hubiera tenido éxito sin su enorme capacidad asimilativa generando una gran cantidad de sincretismos en todas las culturas del mundo donde ha buscado imponerse. México con su Guadalupe, su señor de Chalma y su santo niño de Atocha, Alemania con toda su parafernalia pagana que entro en los rituales navideños y de la pascua, son ejemplos claros de las dificultades muy reales que tendría cualquier iniciativa mundial para imponerse ampliamente.

A la gran mayoría de la población mundial le disgusta profundamente la desigualdad del poder y la riqueza. Nadie, salvo los miembros mismo del selecto grupo, justifica o ve como justa la forma como el sistema actual ha operado para que se consolide esta acumulación y por lo tanto es poco probable que los seres humanos toleremos un sistema donde esta situación impere de una forma mucho más evidente de la situación actual. La cantidad de violencia que sería necesaria para mantener un sistema de este tipo probablemente sería un múltiplo de lo que se gasta actualmente en ese mismo rubro. Un “gobierno secreto” mundial rápidamente se vendría abajo ante la incapacidad de solventar tan enormes costos. Simplemente no es económico.

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